La accesibilidad es una propiedad de los espacios que permite que cualquier individuo, independientemente de sus capacidades, pueda utilizarlos y desplazarse por ellos a su libre albedrío y con seguridad. Las distintas administraciones, sensibles a esta necesidad social, han creado diferentes normativas que buscan garantizar la accesibilidad de las edificaciones, tanto nuevas como existentes.

La accesibilidad parece, a priori, algo que sirve sólo a las personas con discapacidad, pero beneficia a todos los individuos al hacer los trayectos más sencillos y, por tanto, más seguros. Por eso es importante que la accesibilidad de las edificaciones no consista en crear espacios alternativos para personas con discapacidad, sino que los propios espacios comunes sean accesibles. En este sentido, también organizaciones como la ONCE publican libros y guías con interesantes recomendaciones para la accesibilidad.

Normativa de accesibilidad en edificaciones

La accesibilidad, además de ser una cuestión ética y social, es un requerimiento legal. La accesibilidad en edificaciones viene definida por la normativa estatal, autonómica y municipal, siendo siempre de aplicación la más restrictiva.

La mayor dificultad ante esta situación de dispersión normativa es la toma de decisiones del técnico en los casos en los que hay contradicciones y/o incompatibilidades. En estos casos nos adaptamos generalmente a la normativa municipal debido a que es el órgano competente a la concesión de la licencia y por lo tanto con el que hay que estar de acuerdo.

No es fácil hacer todos los edificios existentes accesibles. Por eso, lógicamente, es más permisiva la norma que regula las adecuaciones o reformas de edificios que la norma que regula la construcción de edificación nueva.

También hay que tener en cuenta que existen diferencias entre edificaciones de uso público o de uso privado, siendo más restrictivas las edificaciones de uso público.

La normativa de accesibilidad: no sólo el interior de las edificaciones

Legalizar la accesibilidad en edificaciones no se refiere sólo al espacio interior del edificio. La normativa incluye también las plazas de aparcamiento, aunque sean exteriores y el recorrido entre la plaza de aparcamiento y el edificio.

Además, la normativa de accesibilidad considera también el entorno inmediato, pues el “itinerario accesible” se ve influido por el exterior del edificio.

 

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