Legalizar un activo significa garantizar que este cuenta con los permisos, licencias o autorizaciones exigidas por las administraciones según lo dispuesto en las normativas que le son de aplicación según su actividad y ubicación.

Según esta definición garantizar una legalización exitosa requiere conocer cuatro parámetros:

  • La actividad que se desarrolla y las instalaciones y equipos necesarios para la misma.
  • La localización.
  • La normativa que le es de aplicación.
  • Los procedimientos de la administración responsable de la concesión del permiso.

Conociendo estos parámetros seremos capaces de gestionar de forma eficiente los trámites necesarios para que cada administración nos conceda el permiso solicitado.

Según la actividad del activo

Aunque existen permisos comunes a todo tipo de actividad, dependiendo de los equipos y otros elementos propios de la instalación que son necesarios para el desarrollo de la misma, varían los permisos exigidos por la administración. Estas particularidades condicionan tanto los tiempos de tramitación globales de la legalización como los particulares de cada permiso, ya que en muchos casos la concesión de unos depende la autorización previa de otros, es decir, están interrelacionados.

Según la localización del activo

Dependiendo de dónde se ubique la actividad que va a desarrollarse, podemos vernos condicionados por diversos factores a tener en cuenta:

  • Autonomía y localidad en la que se encuentra. En el caso de la localidad no solo hablamos de ayuntamientos sino también, en algunas ocasiones, de diputaciones con competencias en municipios de pequeño tamaño.
  • Afección a otras infraestructuras como carreteras, costas, puertos, aeropuertos… En este ámbito influyen parámetros como concesiones administrativas dependientes de diferentes organismos, como en el caso de carreteras, que dependiendo del tipo de vía son competencia de Fomento, de la autonomía o incluso del ayuntamiento.
  • Afección al entorno medioambiental, en el que nos encontramos con organismos como las confederaciones hidrográficas.
  • Según las características del entorno urbano: zona del plan general urbano en el que se desarrolla la actividad, influencia en entornos o edificaciones protegidas por patrimonio, etc.

Estos condicionantes junto con la actividad, expuesta previamente, pueden conducir a una situación en la que no resulte posible la legalización de un activo en un lugar determinado.

Esta situación, que puede parecer aplicable tan solo a actividades y entornos muy particulares puede darse en situaciones aparentemente poco problemáticas como el caso de la legalización de una terraza de cafetería en un centro comercial. Este tipo de legalización viene determinada por la licencia concedida al propio centro comercial, el cuál puede haber completado parámetros como la ocupación de personas o superficie, haciendo imposible la concesión de una nueva licencia en el recinto.

Según la normativa de aplicación

Una misma actividad puede verse condicionada por normativas más o menos restrictivas según el organismo responsable de su publicación.

Este es el caso de lo exigido para la accesibilidad en la edificación, cuyo cumplimiento a nivel nacional viene determinado por el Código Técnico de la Edificación en su Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad (CTE DB-SUA) siendo este uno solo de los niveles de cumplimiento puesto que cada comunidad autónoma ha venido publicando diferentes reglamentos más o menos restrictivos que la normativa nacional, situación que se ve agravada en ocasiones por la existencia de reglamentos municipales.

Estas situaciones de discrepancias y solapes entre normativas no solo dificultan la gestión de la legalización, sino que además puede dar lugar a la generación de requerimientos en los que las administraciones solicitan el cumplimiento de lo que exige su normativa, documentos que en muchas ocasiones necesitan de la implicación de un técnico o incluso un organismo de control autorizado para su subsanación.

Según los procedimientos de la administración

Por último, cada administración dispone de unos procesos para la concesión de permisos que es muy recomendable conocer previamente con la finalidad de no generar expedientes complejos consecuencia de un desconocimiento de los pasos a seguir. Este es el caso de trámites relacionados con medio ambiente que en ocasiones dependen de departamentos propios de la organización y en otros se constituyen como un organismo paralelo con su consiguiente proceso consecución de autorizaciones.

En siguientes publicaciones cuantificaremos el impacto de estos condicionantes en los tiempos de tramitación de los permisos, datos que serán extraídos a partir de nuestra plataforma de gestión LLR.

 

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