Debido a la organización de nuestro ordenamiento jurídico y al reparto de competencias entre Estado, Comunidades Autónomas y Entidades locales, legalizar un activo hoy en día supone realizar trámites en un sinfín de órganos diferentes para poder obtener todos los permisos, licencias y autorizaciones necesarios. Cada uno de estos trámites puede ser más o menos arduo dependiendo de cómo funcione el organismo en cuestión al que nos dirijamos y los recursos con los que este cuente. Los tiempos de tramitación media pueden variar de una semana para obtención del número NIMA (Número de identificación medioambiental), hasta más de un año para conseguir una licencia ambiental.
Cómo legalizar con éxito ante las Administraciones
Afrontar estos trámites exige tener un conocimiento exhaustivo y completo de la normativa aplicable a cada materia o sector (industrial, de seguridad física, sanitaria, medioambiental, etc.), que incluya desde la normativa estatal y autonómica, hasta la que sea de aplicación en la localidad donde radique el activo.
Esta diversidad normativa, tanto sectorial como por ubicación, hace difícil la expertización de las personas encargadas de realizar dichos trámites, pues la variedad es infinita, y aunque existen pautas similares, en las comunidades autónomas por ejemplo, los requisitos para la obtención de un determinado permiso en cada una de ellas tienen sus peculiaridades.
Pero no solo la existencia de diferente normativa autonómica o municipal es la causa de que obtener un mismo permiso o autorización en distintos lugares conlleve tramitaciones dispares, pues existen casos como pueden ser las Confederaciones Hidrográficas que dependiendo del Ministerio para la Transición Ecológica, aplican criterios diferentes en la concesión de las autorizaciones de vertido, aún cuando la normativa de aplicación para el trámite en cuestión es la misma a nivel estatal. Así que al dominio de la normativa, para tener éxito en la obtención de un determinado permiso, hay que añadir el conocimiento de los criterios particulares que cada organismo emplea, basándose en su interpretación de la normativa.
Herramientas de ayuda a la legalización
Si ya el proceso parece complejo, no hay que olvidar que la normativa va cambiando y que los trámites que hoy en día estamos acostumbrados a realizar, mañana pueden cambiar.
Por tanto es importante que, además de un conocimiento de la normativa, se disponga de un conocimiento procedimental, basado en la experiencia, que permita conocer los requisitos particulares que cada organismo competente aplica para un mismo trámite, en función de las características particulares del mismo.
De ahí la importancia de contar con aplicaciones de gestión y control de legalizaciones que nos permitan aprovechar ese conocimiento normativo y procedimental para extraer información actualizada y global de cómo y de qué forma llevarlas a cabo con la mayor eficiencia posible hasta su finalización con éxito.
En LLR somos expertos en tramitación de licencias y legalizaciones frente a las Administraciones españolas, y disponemos de la plataforma de conocimiento y gestión más avanzada. ¿Quieres más información? Consúltanos.